"El cura y el zapatero". Cuento extremeño.

Esto era un cura que se había encaprichao de la mujer de un zapatero. El cura andaba siempre rondando a la zapatera por la ventana y la comprometía constantemente. Un día, la mujer, harta de soportar la persistencia del cura, se lo contó a su marido. Este, en vez de enfadarse, planeó una estratagema. Cogió el cerote y se lo restregó a su mujer por la entrepierna y le dijo que aceptara y se acostase con el cura.
Al poco, pasó por allí el cura y volvió a las andadas con la zapatera. Esta accedió a sus pretensiones y se acostó con el cura.
Cuando estaban liados, el cura cayó en la cuenta de que estaban pegados y que no podía despegarse. Entonces, a los gritos de auxilio y socorro, acudió el sacristán que, para averiguar la razón verdadera de aquel pegamento, metió las narices entre los dos y se quedó pegado también.
A esto llegó el zapatero que, al ver la escena, comenzó a cantar:
– Ole, mi cerote,
que ha pescao a un cura
por los güevos,
y al sacristán
por los bigotes.

Recogido en "Cuentos extremeños obscenos y anticlericales". Introducción y coordinación : Juan Rodríguez Pastor. Colección raíces. Diputación de Badajoz. Departamento de publicaciones 2001. Narrado por Cayetano Ibarra Barroso, 45 años. Fuente de Cantos (Badajoz), marzo de 2000.