“Sabes muy bien de dónde venimos y a dónde
queremos llegar”, así comienza una carta que he recibido de este hombre.
Como quiera que tengo por costumbre, entre otras cosas por educación, contestar
cuando alguien se dirige a mi, lo hago, no como
él, que ha dado siempre la callada por respuesta a tantas y tantas cosas que
como ciudadano de Quintana me importan y me interesan ya que son necesarias
para sentirme como tal y no un ciudadano de tercera
división. No me gusta nada ver atropellados
mis derechos con sus actuaciones Sr. Monago, no me agrada su actitud de ignorarnos, cuando no de insultarnos con su dar crédito a quienes le informan de forma
sesgada e interesada, siendo esto para
mi una actitud caciquil impropia del
siglo que corre. Han actuado ustedes, los populares, desde el desconocimiento, con una verborrea que roza lo esperpéntico,
así que no me extrañan, con esta educación política, las palabras que
profirió unos de sus acólitos a un representante del pueblo de Quintana elegido
democráticamente, sí, sí, a la entrada
de esa reunión semiclandestina y solo
para unos cuantos que tuvo usted el otro día con los suyos en un bar de la
localidad.
Y claro que sé de dónde vienen ustedes Sr.
Presidente, ustedes vienen de la derecha
más rancia, casposa e intransigente de España, de esa derecha que
históricamente nos ha llevado al oscurantismo, al desequilibrio social y a las
prácticas políticas más deleznables que se pueda uno imaginar. También sé a
dónde quieren llegar ustedes, ustedes quieren llegar a que España, sea la España de unos cuantos como en tiempos
del siniestro dictador, ustedes quieren llegar a que los españoles seamos
vasallos de la gleba y no ciudadanos, ustedes quieren llegar a que unos tengan
de todo y otros poquito, ustedes quieren llegar a hacer desaparecer el status
social medio, ustedes quieren llegar a fracturar la sociedad, ustedes quieren
llegar a ponernos la mordaza, ustedes quieren llegar a que los derechos y
libertades conseguidos se diluyan como un azucarillo en el agua ... y más
cosas, muchas, muchas más, que con sus políticas
conservadoras, yo prefiero llamarlas como se han llamado de toda la vida, de
derecha pura y dura, ustedes quieren llegar a consolidar una España de retroceso democrático con
grave disminución de control ciudadano y con los derechos muy recortados.
Sr.
Monago, no le voy a votar ni a usted ni a sus correligionarios de Quintana, y no
le voy a votar por muchas razones, entre otras, porque usted divide, no aúna los esfuerzos de
todos los extremeños para sacar esta autonomía adelante, porque usted gobierna
exclusivamente para los suyos, porque usted ha insultado a una tierra hermana, Andalucía, y eso me ha llegado al alma, es mi segunda
tierra, tengo dos hijos y una nieta andaluces.
También me duele el menosprecio con que nos ha tratado a los quintanejos
no dando la cara, creando tensiones, no
escuchando la voz de un pueblo que se manifestaba por unos derechos que su
gobierno nos ha robado, no da solución al problema educativo en la localidad,
no se ha dignado a pasarse por aquí para tratar directamente con el sector
empresarial del granito, alma económica de este pueblo, y buscar junto a empresarios y trabajadores posible soluciones, ha retirado subvenciones, ha tenido oportunidades
de reconciliarse con este pueblo y las ha desaprovechado, el rencor y el
orgullo personal han podido más que sus obligaciones de Presidente.
En
fin Sr. Monago, ha perdido usted el tiempo y el dinero mandándome esta carta,
que se le va a hacer, y con el deseo de que no sea usted Presidente, le saluda
atentamente en Quintana de la Serena siendo el día veintiuno de mayo del año
dos mil quince,