Este es el pan y el cáliz

© Victoriano Rodríguez Dávila

..., y no comulgo desde que tenía diecisiete, preu. Lo que voy a referir ya lo practicaba junto a otros colegas desde quinto, cuando en "comandita" cuatro compañeros de farras colegiales,  decidimos no contarle  al cura de turno las veces que nos la cascábamos ..., y es que para que no nos diera la tabarra el padre espiritual, no estuvieran todo el día vigilantes con nosotros y por tanto puntos menos en conducta y domingos sin salir, nos tenían que ver comulgar porque así éramos buenos,  y sí,  lo hacía aunque fuese  bajo pecado. Siempre consideré,  casi desde niño que las cosas íntimas en soledad o con una mujer, son de uno o de los dos y no hay que pregonarlas, además nunca creí, ni creo,  en el secreto de confesión máxime cuando uno sabe lo que gusta el paliqueo en corrillo, además se sabe que con el sacrilegio se ha mirado para otro lado históricamente, eso sí dependiendo de los quilates de la alcurnia del sacrílego en cuestión.
Todos comulgamos con algo, me resisto a creer en la inocencia ideológica y me llaman poderosamente la atención ciertas actitudes, entre ellas la predisposición a sentar cátedra  de algunos  personajillos con tendencia a la manipulación, al oscurantismo, al engaño, a mantener en el vientre de la ballena  el trabajo de otros, a tener la sartén por el mango y retroalimentarse en su ego,  que por cierto se recrudece con violencia,  llegado el caso física si es necesario,  y todo por mostrarse, regodearse socialmente como gentes de bien, dialogantes, más democráticos que nadie, hacedores de causas culturales, defensores de no sacar a la luz pública hechos históricos por aquello de no dañar con fantasmas del pasado,  apoliticismo como señas de identidad y defensores a ultranza de no de sabe que historias,  que no son otras sino un cúmulo y batiburrillo de cacao mental personal entre lo liberal,  lo colectivo, bien común, vida asentada, anarquía, productividad,  conciencia social, mente sana en cuerpo sano, lo contingente,  lo trascendental, lo místico, lo religioso, las entidades, emotivismo moral, etc, etc.  Serían despropósitos y el corral de la Pacheca , perdiendo lo grandioso que tienen estos conceptos,  si los percibiéramos a través de gente que nos es trigo limpio  y no tuviéramos otros referentes o no tocáramos  algo de ellos  personalmente.

Me explico.
En cierta ocasión me dicen:
- “Cuando entraron los socialistas había que  cederles la  acera.”
- “Me tuve que censar en otro pueblo porque me acosaban”.
Es para llamar la atención, ¿no?.
Individuos con tal bagaje, con tanta preparación, con esa abundancia de virtudes y conocimientos, con varios títulos universitarios,  cómo es qué se dejan avasallar de esa manera en caso de ser cierto,  que lo dudo conociendo a muchísimos militantes de base socialistas y comunistas,  concejales, alcaldes, diputados y algún que otro de nivel más alto,  de esa época. La inmensa  mayoría honrados y honestos, aunque también los hubo que se colaron por la gatera.  Y es que hay gente para todo,  pero abundan  quienes no soportan, no interiorizan que haya otras personas que piensen y actúen de forma distinta a sus cánones, más,  si se trata de gente que ideológica y políticamente se mueven o se hayan movido entorno al socialismo democrático, gentes de rabo,  cuernos y tridente,  al parecer causa de los males que asedian a España enterita y por ello no merecen confianza alguna porque siempre persiguen algo;  deshacer la familia, la unidad de la patria, los sentimientos religiosos,  el enfrentamiento entre españoles o enriquecerse.
Puede vivir cada uno como dios le da a entender, acostarse con quien pueda, divorciarse, “arrejuntarse”, casarse, abortar, tener catorce hijos, hacer de su capa un sallo, ponerse agustito con lo que le plazca, defender las ideas que quiera, tener diferentes posiciones políticas e incluso cambiarlas, dar alternativas a lo que hay, se puede y se deben organizar eventos al margen de quien administra en un momento determinado la cosa pública, se debe exigir que se cumplan los derechos constitucionales, se puede pedir y es de obligado cumplimiento por parte del gobernante de turno atender y tender la mano a quienes proponen cosas que beneficien social o culturalmente a todos,  y hay que felicitarles cuando por ambas partes se llega a un entendimiento para llevar acabo las propuestas, pero no es de recibo que en el “ tótum revolútum”, ese tipo de gente que mencioné al comienzo del escrito trate de sacar algún provecho, aunque sea inmaterial,  a costa del trabajo de personas honestas.Pa galimatías, "cosas" del Sr. Rajoy y su compare el Bárcenas,  salud, república y memoria, compañer@s.