Jagger todavía está vivo.




Jagger todavía está vivo

Excesivo, revolucionario, pendenciero, extravagante y satáns 70 y quiere seguir provocando.



Quién es más canalla Mick o su colega Keith Richards?
 Cualquiera de nosotros, con vida previsible, querría estar en esa competición aún para perder. Esa pareja de supervivientes prehistóricos ha superado todas las pruebas de doctorado de un buen canalla: han tomado todo de todo, especialmente Keith, y sacado provecho de ello como pocos para crear, dejarse la piel en carreteras y aeropuertos, sin descanso; posiblemente, Mick ha ganado como "follanovias"; están en los huesos, forrados de mojama acartonada, con aspecto de ser eternos. Y seguramente lo son; Keith se cayó de una palmera desde una altura de cinco metros, parecía que se iba pero se enganchó a la vida para no dejar a Mick, solo, con la franquicia de los Stones. Mick baila más y mejor que Keith, pero este se concentra más en la música.

"Cuando yo era un yonky –cuenta Keith en su autobiografía, Life– era capaz de jugar al tenis con Mick, ir al baño a ponerme algo, volver a la pista y ganarle". Pero Mick podría añadir: "…Y yo después le soplaba la chica".

Mick nació en 1943, en Dartford, y desde niño se interesó por la música. Unos meses después, en la misma ciudad nacía Keith Richards. A este fue su madre quien le inició en la música de Billie Holiday, Louis Armstrong y Duke Ellington, y le compró su primera guitarra.
Mick y Keith se encontraron en la misma escuela cuando tenían ocho años. Después de seguir cada uno caminos adolescentes paralelos, se reencontraron un día de 1960 en la estación de Tottenham Road de Londres.
Resulta gracioso imaginar a Mike Jagger como graduado de la London School of Economics, con su cara junto a sesudos condiscípulos de promoción que hoy serán contables, banqueros o profesores, calvos y achacosos y ya retirados. Eso pudo ocurrir ya que, ¡oh, Dios!, Mike obtuvo una beca para estudiar en ese centro de sabiduría para yuppies de la city. Allí, Mike cambió su nombre por Mick y poco más antes de abandonar esa universidad. Afortunadamente, un buen canalla sabe orientarse a tiempo hacia carreras serias y sesudas como crear una banda de rock and roll en 1962. Lo hizo con Brian Jones, Ian Stewart, Geoff Bradford y, naturalmente, Keith Richards, a la que llamaron "la banda de rock and roll más grande del mundo".
Ningún otro grupo de rock and roll ha tenido una trayectoria tan duradera y reconocida como la de los Stones. Han vendido más de 250 millones de discos. En marzo de 1964, el London Evening News publicaba una nota de su columnista Maureen Cleave.

¿Dejaría que su hija se casara con un Rolling Stone? 
A los padres no les agradan los Rolling Stones; no quieren que sus hijos lleguen a ser como ellos; no quieren que sus hijas se casen con ellos. Nunca han sido las virtudes de pulcritud, obediencia y puntualidad tan escasas como uno de los Rolling Stones. No son los ideales con los que construir imperios, no parecen del tipo de gente que se lave las manos antes de comer. Solo sirven para provocar a la gente seria.
En el año 2003, Mick se arrodilló ante el príncipe Carlos de Inglaterra para ser investido Caballero del Imperio Británico en el Palacio de Buckingham, lo que le permitió utilizar el título de Sir y reventar los pronósticos poco edificantes sobre su carrera de trotamundos. Como pequeña prueba de rebeldía, nuestro canalla Mick llegó al palacio en un lujoso Mercedes azul conducido por un chofer, vestido con una chaqueta de cuero y corbata en lugar de hacerlo con frac. Fue acompañado de su padre, Joe, de 92 años, y dos de sus hijas, Karis, de 32, y Elizabeth de 19.
Ese nombramiento no fue muy bien recibido por Keith Richards y otros colegas porque les pareció una traición de Mick al lema de los Stones: "Sexo, drogas y rock and roll". Keith opinó que recibir esa distinción era algo despreciable y ridículo. Mick al término de la ceremonia dijo que era agradable recibir ese nombramiento siempre y cuando "uno no se lo tome muy en serio".

Jagger solo se ha casado dos veces: la primera, con la nicaragüense Bianca Rosa Pérez Moreno de Nacís, en 1971, y la segunda, con Jerry Hall, en 1990. Su vida amorosa ha sido prolífica: Bianca llegó a decir que su matrimonio con Mick finalizó el día de la boda porque era demasiado fatigoso competir con tantas mujeres como asediaban a Mick. Con Bianca el cantante tuvo su segunda hija, Jade Shena. La primera hija lo fue de la actriz Marsha Hunt. Un año antes del divorcio de Mick y Bianca, él había iniciado una relación con la modelo Jerry Hall, con la que se casó en 1990 en Bali por el rito hindú.
Hoy, Jerry Hall, mirando hacia atrás, cuenta: "Lo mío con Mick fue un flechazo, lo pasamos muy, muy bien, pero Mick no es el tipo de hombre con el que querría que salieran mis hijas, así que finalmente fue también bastante difícil". El segundo matrimonio de Jagger duró nueve años y llegaron a tener cuatro hijos. Jerry Hall tuvo que soportar relaciones de su marido con Carla Bruni, con la modelo brasileña Luciana Jiménez, con Angelina Jolie, etc. Hasta el momento, es padre de, al menos, cinco hijos y abuelo de cuatro nietos.

La autobiografía Life, de Keith Richards, en realidad se ha convertido en un desahogo sobre la presencia, quizás asfixiante, de Mick. Dice Keith: "Mick ha empezado a desconfiar de su talento, ha olvidado su ritmo, no está de acuerdo conmigo, pero la verdad es que ha perdido la ilusión por seguir siendo el mismo".
Hace poco, Keith se disculpó con Mick Jagger por los comentarios despectivos que hizo en Life. Los dos probablemente están sintiendo el peso de llevar 50 años juntos, aguantándose, compitiendo en los shows. Mick admite que él estuvo siempre más centrado en la parte de negocio que ha tenido su carrera; tomaba decisiones, definía las giras y tendía a monopolizar la representación del grupo. "Keith me ha dejado claro que los muchachos del grupo y él mismo se sentían excluidos". Por su parte, Keith se ha dado cuenta de que su historia tal vez era cierta, pero su forma de contarla, con una gran difusión en los medios, ha podido ser demasiado cruda.
Lo bueno es que Mick y los Stones vuelven al estudio esta primavera. "Vamos a reunirnos para tener un ensayo y ver qué pasa". La gira podrá ser en el 2013; tendrán 70 años, se vestirán ropas provocadoras y marcarán el estilo de los públicos más modernos del mundo. Eso es ser unos maravillosos canallas.
Cuando los Rolling empezaron su carrera conservaban todavía una imagen pija de chicos recién salidos de una escuela conservadora. Pronto dejaron a un lado el correcto jersey y la camisa formal para crear un estilo lleno de extravagancia.
Les importaba la moda tanto como la música. Revolucionaron la imagen: chaquetas con grandes solapas de colores, pantalones exagerados, campana o pitillo, camisetas ajustadas como su propia piel; pelo descuidado, abrigos de piel; todo lo que conocemos como inconfundible de los Stones. Maquillaje, rímel, turbantes, cinturones de bucanero. Tacones.
Todo lo icónico les ha interesado. En 1971, nació el más famoso logo del siglo XX. John Pasche ganó 100 dólares por diseñar la mítica funda del álbum Sticky Fingers, mientras la portada la hizo Andy Warhol. Han sacado la lengua impúdica al mundo entero miles de veces, y el mundo les ha escuchado vibrando con esos locos vestidos como auténticos piratas borrachos.