Dejé mi corazón en San Francisco./
El encanto de París/
en cierto modo parece triste./
La gloria que fue Roma/
es de otros tiempos./
He estado terriblemente solo/
y olvidado en Manhattan,/
Me vuelvo a casa/
a mi ciudad sobre la bahía .../
Dejé mi corazón en San Francisco,/
desde la colina me llama./
Para estar donde los pequeños tranvías/
trepan a medio camino de las estrellas./
La niebla mañanera enfría el aire,/
no me importa .../
Mi amor espera allí/
en San Francisco,/
sobre el mar ventoso y azul .../
Cuando vuelva a ti,/
San Francisco,/
tu sol dorado brillará para mí./