Los huesos de los besos.

Este peazo de tío, mi poeta urbano, es uno de los músicos que mejor transmite esos momentos en que la luz que deslumbra los corazones va desapareciendo lentamente y sin darse cuenta uno mira al cielo y ve pequeños destellos luminosos en el infinito. Las notas de su guitarra son pellizcos en las arterias,los sonidos del saxo,siempre presente son como el roce deslizante del agua con las piedras en un riachuelo claro y transparente, su voz tímida y complaciente hace que sus canciones te hagan recordar momentos intensos del andar caminos sin retorno y esperanzas huecas. Hoy le toca a Fito, para mi, uno de los mejores y que escuchándolo con cascos, arrengao en el sofá, un buen vaso de bourbon en una mano, un cigarro bien hecho en la otra y en soliloquio de teatro del discurrir diario, te hace salir a tomar bocanadas de vida en horas destempladas para seguir dando cogotazos a las noches en los bares con música fresca, entre miradas de ojos vidriosos con pupilas dilatadas de gente con chupas de cuero negro brillante, "fulares" rojos al cuello, sonrisas insinuantes, manos que se pierden bajo faldas cortas y entrepiernas embutidas en tejanos desgastados y cremalleras.